Lot Essay
Pintor valenciano, maestro de la pintura universal, representa la intemporalidad del arte. Artista polifacético. Desde sus tiempos memorables en el Equipo Crónica, Manolo Valdés se desenvuelve en el arte de la cita. La capacidad re-creativa y el gusto por la materia son notas que definen al artista junto a la nostalgia por la tradición y el pasado, que tras una transformación interior, lo hace propio, personal y de factura inconfundible. Lucha por la búsqueda de la máxima economía y eficacia en la expresión, preferencia por lo inacabado y auténtico sobre lo acabado y perfecto.
En su obra el detalle aparece como interpretación, convirtiéndolo en absoluto. Lo que reinterpreta lo convierte en moderno, uniendo mundos separados en el tiempo. Inspiración que le viene del pasado y del presente, pero enfocándolo desde una nueva perspectiva, inspiración de las imágenes centrales de la cultura europea. Historia que la transforma en propia y que repite.
El cuadro plantea un juego visual que induce al observador a indagar en su memoria cultural y reconocer una imagen propia de la Historia del Arte, recreando una ficción a través de otra ficción. Cuadros remendados, pegados y cosidos a partir de arpillera, sobre todo matérico condicionado tanto por el color como la materia, reutilizando técnicas del informalismo español. Siguiendo comportamientos históricos utiliza óleos que fabrica el propio Valdés. La materialidad y la sustancialidad con que maneja el óleo sobre la tela equilibran criterios de esta práctica conceptual.
Subyace un sentimiento de "tactilidad" en el tratamiento dados a los materiales, con una paleta pródiga, plena, llena de corporeidad, de gestos amplios sustentado por el gran formato.
En su obra el detalle aparece como interpretación, convirtiéndolo en absoluto. Lo que reinterpreta lo convierte en moderno, uniendo mundos separados en el tiempo. Inspiración que le viene del pasado y del presente, pero enfocándolo desde una nueva perspectiva, inspiración de las imágenes centrales de la cultura europea. Historia que la transforma en propia y que repite.
El cuadro plantea un juego visual que induce al observador a indagar en su memoria cultural y reconocer una imagen propia de la Historia del Arte, recreando una ficción a través de otra ficción. Cuadros remendados, pegados y cosidos a partir de arpillera, sobre todo matérico condicionado tanto por el color como la materia, reutilizando técnicas del informalismo español. Siguiendo comportamientos históricos utiliza óleos que fabrica el propio Valdés. La materialidad y la sustancialidad con que maneja el óleo sobre la tela equilibran criterios de esta práctica conceptual.
Subyace un sentimiento de "tactilidad" en el tratamiento dados a los materiales, con una paleta pródiga, plena, llena de corporeidad, de gestos amplios sustentado por el gran formato.