Lot Essay
Nació en Barcelona en el seno de una familia modesta de trabajadores industriales. Desde los 12 años se inicia en el dibujo y la pintura, pasando por varias academias. En la Escuela de Bellas Artes de Barcelona conoce a Mir y a Canals y desde el comienzo le gusta recoger en sus dibujos y bocetos las figuras caricaturescas y deformadas de la sociedad más marginal. La pintura de éstas figuras expuestas en París en 1887 tuvo gran éxito de la crítica francesa.
Nonell empezó pintando naturalezas muertas y paisajes, directamente del natural. Más tarde, su curiosidad por los tipos populares, sobre todo aquellos grotescos y miserables favorece un cambio en sus composiciones. Así en 1902 comienza a incluir en su pintura a gitanas y a mujeres marginadas que dominan todo el lienzo. La dramática fuerza de estas mujeres y la dureza del tema favoreció el escaso éxito del público y como consecuencia no volverá a exponer hasta 1910, un año antes de su muerte.
La seducción de sus gitanas desarrapadas le inspiraban una cierta compasión a la vez que le hacían acercarse a un mundo diferente, a un mundo que pronto fue el suyo y así muchos de sus cuadros de mujeres llevan nombres propios: La Trini, Dolores, La Pilar, Consuelo. Las pintaba inmóviles, pasivas ante la vida, inmersas en su dolor y ausencia. Para ello se sirvió de una paleta con tonalidades frías y pardas; pero este poderoso cromatismo contribuye a dar a sus cuadros una hondura dramática que pocos artistas han logrado plasmar. Algunos críticos han querido ver en estas obras el punto de partida del Picasso primitivo. De hecho, ambos artistas tuvieron sus estudios en el mismo rellano de la casa de la calle del Comercio de Barcelona.
En los cuadros de Nonell el color es un elemento fundamental, una paleta de tonos graves que emergen del fondo del lienzo. En este punto, el color se hace más importante que el propio dibujo. Las gruesas pinceladas se entrecruzan como la trama de un tejido grueso y perfilan con un trazo generoso, los rostros, las cabelleras y los cuerpos de sus figuras femeninas, acariciándolas en su dolor contenido, realzando su dignidad de mujer.
Nonell empezó pintando naturalezas muertas y paisajes, directamente del natural. Más tarde, su curiosidad por los tipos populares, sobre todo aquellos grotescos y miserables favorece un cambio en sus composiciones. Así en 1902 comienza a incluir en su pintura a gitanas y a mujeres marginadas que dominan todo el lienzo. La dramática fuerza de estas mujeres y la dureza del tema favoreció el escaso éxito del público y como consecuencia no volverá a exponer hasta 1910, un año antes de su muerte.
La seducción de sus gitanas desarrapadas le inspiraban una cierta compasión a la vez que le hacían acercarse a un mundo diferente, a un mundo que pronto fue el suyo y así muchos de sus cuadros de mujeres llevan nombres propios: La Trini, Dolores, La Pilar, Consuelo. Las pintaba inmóviles, pasivas ante la vida, inmersas en su dolor y ausencia. Para ello se sirvió de una paleta con tonalidades frías y pardas; pero este poderoso cromatismo contribuye a dar a sus cuadros una hondura dramática que pocos artistas han logrado plasmar. Algunos críticos han querido ver en estas obras el punto de partida del Picasso primitivo. De hecho, ambos artistas tuvieron sus estudios en el mismo rellano de la casa de la calle del Comercio de Barcelona.
En los cuadros de Nonell el color es un elemento fundamental, una paleta de tonos graves que emergen del fondo del lienzo. En este punto, el color se hace más importante que el propio dibujo. Las gruesas pinceladas se entrecruzan como la trama de un tejido grueso y perfilan con un trazo generoso, los rostros, las cabelleras y los cuerpos de sus figuras femeninas, acariciándolas en su dolor contenido, realzando su dignidad de mujer.