拍品专文
Al analizar la obra de Pancho de Cossío hay que tener en cuenta su intimista visión del arte. En su obra, el tema, la composición, la técnica y los materiales forman un todo, son elementos inseparables que unidos configuran el espíritu de la obra. Cossío hacía inseparable el oficio manual y la presencia creacional. Él adquiría las tierras, los óxidos, sustancias siempre minerales nunca orgánicas para impedir los efectos de la putrefacción y corrosión. Él molía los materiales, preparaba los aceites, sus mezclas, distribuyendo los colores en botes y latas en su estudio, pintado directamente de éstos al lienzo. La estructura de cada cuadro depende de su tratamiento inicial, desde la imprimación hasta la firma, todo constituía una unidad de estilo. Sus temas principales eran bodegones, marinas y retratos. En los primeros, la composición no tiende a desintegrarse o desunirse, sino a hacerse concéntrica. Los volúmenes y calidades de las cosas lucirán tanto más cuanto menos sea su perfil. Afán de integración y conexión, los elementos no importan, incluso en esa transfiguración tienden a hacerse irreconocibles. Higos, peras y plátanos a los que se le añaden copas, fruteros, para producir un contrapunto suave. Ensoñación acentuada por el acierto del efecto nevado como creador de profundidad. Sus obras quedan envueltas en una atmósfera mágica, en suspense.