Lot Essay
Pablo Gargallo, uno de los artistas más internacionales del arte español, contribuye con su obra a la renovación del lenguaje escultórico. Su obra, ampliamente difundida y conocida, ha recibido el apoyo unánime de la crítica de los historiadores y del público.
Gargallo demostró siempre una especial predilección por esta escultura, la cual ocupaba un lugar preferente en todos sus talleres, privilegio mantenido a pesar de los sucesivos traslados de lugar de residencia y trabajo, sobre todo en los últimos años de su vida. Parece ser que, al igual que Durmiente, 1924 (llamada La Segadora), personifica de modo idealizado el espíritu y la imagen de la Cataluña amada por Gargallo, aunque este firme y sereno desnudo masculino no es sino una representación simbólica y emocionada de su Aragón natal, como sugiere el pañuelo que discretamente rodea la cabeza del muchacho vigoroso y lúdico .
Es muy probable que Gargallo se inspirase para esta escultura en los rasgos generales de la anatomía de Picasso, que, al parecer, gustaba de trabajar deambulando desnudo en su taller. En algunas publicaciones, en catalogaciones de ciertos museos y colecciones, esta obra se ha identificado también con el título de Retrato de Picasso en pie. Realizada en París, en una etapa en la que sin abandonar las inquietudes investigadoras, Gargallo no deja de avanzar en su trabajo de tendencia clasicista, depurando cada vez más los aspectos formales, esencializando los volúmenes, actualizando y modernizando en suma los modos de representación clásica de la figura humana, hasta lograr un estilo personal y diferenciado, así como decididamente innovador y, por tanto, imperecedero.
Gargallo demostró siempre una especial predilección por esta escultura, la cual ocupaba un lugar preferente en todos sus talleres, privilegio mantenido a pesar de los sucesivos traslados de lugar de residencia y trabajo, sobre todo en los últimos años de su vida. Parece ser que, al igual que Durmiente, 1924 (llamada La Segadora), personifica de modo idealizado el espíritu y la imagen de la Cataluña amada por Gargallo, aunque este firme y sereno desnudo masculino no es sino una representación simbólica y emocionada de su Aragón natal, como sugiere el pañuelo que discretamente rodea la cabeza del muchacho vigoroso y lúdico .
Es muy probable que Gargallo se inspirase para esta escultura en los rasgos generales de la anatomía de Picasso, que, al parecer, gustaba de trabajar deambulando desnudo en su taller. En algunas publicaciones, en catalogaciones de ciertos museos y colecciones, esta obra se ha identificado también con el título de Retrato de Picasso en pie. Realizada en París, en una etapa en la que sin abandonar las inquietudes investigadoras, Gargallo no deja de avanzar en su trabajo de tendencia clasicista, depurando cada vez más los aspectos formales, esencializando los volúmenes, actualizando y modernizando en suma los modos de representación clásica de la figura humana, hasta lograr un estilo personal y diferenciado, así como decididamente innovador y, por tanto, imperecedero.