VICENTE MARCH (VALENCIA, 1859 - 1927)
El Iva no gravará el precio de adquisición. Sin pe… Read more PROPIEDAD DE UNA IMPORTANTE COLECCIÓN DE BARCELONA
VICENTE MARCH (VALENCIA, 1859 - 1927)

EL ANTICUARIO ÁRABE

Details
VICENTE MARCH (VALENCIA, 1859 - 1927)
EL ANTICUARIO ÁRABE
firmado y fechado lado dcho: V.March/valencia/1881
óleo sobre tabla
46 x 37,5 cm
Pintado en 1881.
Provenance
En la misma colección privada desde 1940, Barcelona.
Literature



Exhibited
Salamanca, Fortuny y Pintores Españoles en Roma (1850-1900), exposición patrocinada por Caja de Salamanca y Soria, 1996, il. pág. 92 y 93.
Special notice
El Iva no gravará el precio de adquisición. Sin perjuicio de lo anterior, tanto el beneficio obtenido con la venta como la prima del comprador llevarán Iva al 16%. Ambos conceptos se facturarán Iva incluido.

Lot Essay

Vicente March y Marco se formó en la prestigiosa escuela de Bellas Artes de San Carlos en su ciudad natal, Valencia, capital llena de tradición artística y protagonista de nacimientos de artistas tan importantes como Francisco Domingo Marqués, Mariano Benlliure o Joaquín Sorolla y Bastida.
Era común para muchos pintores españoles buscar más que un reconocimiento local. Las exposiciones internacionales los incitaron a establecer la residencia, temporal o permanente, en una de las capitales europeas del arte, por lo general París o Roma.
En 1880, Vicente March se traslada a Roma para unirse a la colonia de españoles formada por Vicente Poveda, Pedro Serrano y Gabriel Puig Roda que residían en un apartamento en Vía Margutta. March tomó clases en la Academia local Chigi.
Su estancia en Roma lo incitó a explorar una variedad de géneros diferentes, cultivando principalmente los temas costumbristas italianos de los siglos XVII y XVIII. Posteriormente y, a raíz de un viaje realizado por Marruecos y Egipto, se entusiasma con los paisajes de estos lugares y desarrolla una etapa con escenas orientalistas. Huella de su paso por estas ciudades fue esta obra que describe ese sentimiento de Vicente, no solo por mostrarnos escenas de interiores perfectamente detalladas y de complejidad espacial, sino por hacernos público de escenas tan íntimas como la de este personaje leyendo en su habitación, de aspecto desordenado. Pintaba lo que veía, con un realismo preciosista que nos acerca lo cotidiano y lo exótico. Estos temas los dejará cuando vuelva a su ciudad natal, donde comienza de nuevo, a expresar a través sus pinceladas las escenas regionales y rústicas de la vida diaria, llenas de sinceridad y realismo.

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