拍品專文
La pintura de María Blanchard rebosa sensibilidad, muestra el espíritu más intimista de esta pintora introvertida y tenaz. Encerrada en su mundo interior, en parte debido a su discapacidad física, fue discípula de pintores coloristas como Anglada y van Dongen y también de Juan Gris. La influencia del cubismo permanecerá siempre constante en su obra. Sus composiciones Geométricas se verán difuminadas con una particular gama de color. Podemos hablar que la obra de Blanchard se produce una humanización del cubismo. Los temas de sus composiciones son temas cotidianos, cercanos a la artista, hay en ellos algo intimista y tibio a pesar de la frialdad plástica de sus colores. Sus obras tienen un lenguaje propio, moderno, que no se puede encasillar, es el mejor modo de manifestación de su espíritu refinado e inteligente. La pintura de trazos contundentes y aristas cortantes pretende guardar o proteger el espíritu interior de sus personajes; los defienden de las miradas ajenas, pero no impide cautivar el espíritu de los espectadores sensibles y cómplices.