Lot Essay
El mejor modo de acercarse al universo metafórico de Oscar Domínguez es incluyédolo en el mundo de los pintores surrealistas. Inicialmente, en Canarias realizó una pintura de origen cubista, aunque su contacto en París con el surrealismo fue la confirmación práctica de su propia existencia.
Composición perteneciente a la etapa esquemática del artista (1949-1953), etapa de ruptura completa con Bretón tras su estrecha amistad con Picasso y como consecuencia de una enorme depuración del trazo y del color mediante una nueva técnica que el mismo denomina triple-trait, así llamada no sólo porque se dobla la línea del contorno, sino porque un margen blanco, no pintado, separa del color mas próximo cada una de estas líneas. Posible depuración del estilo picassiano, donde ya no existe una influencia directa de Picasso, sino tan solo un esquematismo que arranca de la etapa anterior (en la que sí estaba influenciado por Picasso). La acusada geometrización linda con el dibujo. Pintura basada en un gran refinamiento de la línea y sutilidad en el color, dominada por una geometría rigurosa. Al igual que en el resto de su creación, se detecta un mismo espíritu imaginativo, violento y atormentado, en el que el humor y la poesía vienen a poner un punto de alivio en su vértigo interior, dejando aflorar un extraño mundo del subconsciente, lo que enriquece toda sus obra con un claro espíritu surrealista.
Cuadro de uno de sus momentos más afortunados en toda su creación en los que Eduardo Westerdahl vio un soplo mondrianesco.
Obra dibujada en finísima línea de tinta china que deja a uno y otro lado un surco en blanco, de tal manera que el contorno de las figuras y de los objetos queda aislado como en una especie de aureola misteriosa y poética.
Composición serena y equilibrada, colorido armonizado. El dibujo cierra la figura pausadamente y con seguridad como en un arabesco de absoluta perfección.
Composición perteneciente a la etapa esquemática del artista (1949-1953), etapa de ruptura completa con Bretón tras su estrecha amistad con Picasso y como consecuencia de una enorme depuración del trazo y del color mediante una nueva técnica que el mismo denomina triple-trait, así llamada no sólo porque se dobla la línea del contorno, sino porque un margen blanco, no pintado, separa del color mas próximo cada una de estas líneas. Posible depuración del estilo picassiano, donde ya no existe una influencia directa de Picasso, sino tan solo un esquematismo que arranca de la etapa anterior (en la que sí estaba influenciado por Picasso). La acusada geometrización linda con el dibujo. Pintura basada en un gran refinamiento de la línea y sutilidad en el color, dominada por una geometría rigurosa. Al igual que en el resto de su creación, se detecta un mismo espíritu imaginativo, violento y atormentado, en el que el humor y la poesía vienen a poner un punto de alivio en su vértigo interior, dejando aflorar un extraño mundo del subconsciente, lo que enriquece toda sus obra con un claro espíritu surrealista.
Cuadro de uno de sus momentos más afortunados en toda su creación en los que Eduardo Westerdahl vio un soplo mondrianesco.
Obra dibujada en finísima línea de tinta china que deja a uno y otro lado un surco en blanco, de tal manera que el contorno de las figuras y de los objetos queda aislado como en una especie de aureola misteriosa y poética.
Composición serena y equilibrada, colorido armonizado. El dibujo cierra la figura pausadamente y con seguridad como en un arabesco de absoluta perfección.