Lot Essay
Las pinturas de Tàpies no representan el mundo de apariencias externas. Desde su obra temprana de los sueños hasta sus pinturas de textura de los 80 y 90, su obra siempre ha reflejado una realidad escondida, que Tàpies espera estimular y que sea reconocible por la mente inconsciente y la vida interior del espectador.
Desde principios de los años 50 Tàpies toma elementos de la historia de su Cataluña natal además de otros materiales para describir un mundo de puertas cerradas y ventanas rotas. Tàpies creció en Barcelona donde desde muy joven fue testigo de una guerra civil sangrienta y una durísima posguerra. Quizás el fuerte color rojo sea una reminiscencia de esta época de sufrimiento que vivió el artista.
En Rojizo Tàpies representa una exquisita superficie de intenso color rojo donde una capa central ha sido aplicada sobre una capa más fina de fondo. En la composición central donde la pintura es mas matérica y más gruesa aparece una serie de grietas e incisiones que generan un efecto de ola por todo el lienzo. Se crea un sentido de equilibrio al contrastar una mancha negra en el ángulo inferior derecho que parece integrarse en la composición monócroma roja. Las incisiones de la superficie nos hacen pensar que el artista ha arañado la superficie como si estuviese metiendo sus dedos en una textura dura y resistente.
El complejo intercambio de la materia pictórica y la imagen abstracta del centro crea un sentimiento de ambigüedad que refleja la estrecha relación entre el artista y su creación. Tàpies crea de una forma espontánea. El mismo dice que cuando pinta no analiza porque escoge una forma y no otra, lo hace al final trabajando de una manera casi automática e inconsciente. Trabajar a través del inconsciente y con la parsimonia de prácticamente un ritual, hacen que el artista explore un reino místico en el que se inmersa. Al reconocer estos hechos, en el viaje autobiográfico de su impresionante obra vemos a un artista inmerso y emergente donde su pintura refleja la conciencia mística y la gran creatividad como un viaje de auto descubrimiento a través del arte.
Desde principios de los años 50 Tàpies toma elementos de la historia de su Cataluña natal además de otros materiales para describir un mundo de puertas cerradas y ventanas rotas. Tàpies creció en Barcelona donde desde muy joven fue testigo de una guerra civil sangrienta y una durísima posguerra. Quizás el fuerte color rojo sea una reminiscencia de esta época de sufrimiento que vivió el artista.
En Rojizo Tàpies representa una exquisita superficie de intenso color rojo donde una capa central ha sido aplicada sobre una capa más fina de fondo. En la composición central donde la pintura es mas matérica y más gruesa aparece una serie de grietas e incisiones que generan un efecto de ola por todo el lienzo. Se crea un sentido de equilibrio al contrastar una mancha negra en el ángulo inferior derecho que parece integrarse en la composición monócroma roja. Las incisiones de la superficie nos hacen pensar que el artista ha arañado la superficie como si estuviese metiendo sus dedos en una textura dura y resistente.
El complejo intercambio de la materia pictórica y la imagen abstracta del centro crea un sentimiento de ambigüedad que refleja la estrecha relación entre el artista y su creación. Tàpies crea de una forma espontánea. El mismo dice que cuando pinta no analiza porque escoge una forma y no otra, lo hace al final trabajando de una manera casi automática e inconsciente. Trabajar a través del inconsciente y con la parsimonia de prácticamente un ritual, hacen que el artista explore un reino místico en el que se inmersa. Al reconocer estos hechos, en el viaje autobiográfico de su impresionante obra vemos a un artista inmerso y emergente donde su pintura refleja la conciencia mística y la gran creatividad como un viaje de auto descubrimiento a través del arte.