Lot Essay
Mujer asomada a la puerta del jardín representa el espíritu del Romero más cosmopolita, inquieto y que busca investigando en las obras de sus contemporáneos y de los maestros antiguos, un nuevo lenguaje para su pintura. En la frontera de los dos siglos el joven pintor se vuelca sobre el modernismo y el simbolismo catalán, sobre todo en la obra de Ramón Casas y de Santiago Rusiñol. En las escasas obras de este periodo, se ve una verdadera preocupación en resolver de un modo moderno la conexión espacial entre figura y fondo. Afronta el mismo reto de Casas cuando comienza a realizar cuadros con figuras en el exterior o en el interior de una habitación o en esa frontera doméstica entre lo íntimo y lo público que constituye el patio. Esta complejidad espacial es mayor con el juego de ventanas y puertas abiertas o cerradas y el contraste de iluminaciones que generan. En este tipo de obras, como señala Javier Pérez Segura, "los tres artistas pretenden actualizar el lenguaje de los interiores/exteriores con figuras como hicieran en su día Vermeer o Ter Boorch, e incluso Velázquez en Las Meninas o Las hilanderas". La técnica que emplea también es cercana a la de los dos artistas catalanes, como se puede comprobar en el boceto preparatorio del cuadro (ver fig. 1). Se aleja de la pincelada y el anecdotario de Gonzalo Bilbao que bien conocía, para ofrecernos una pincelada más trabajada, encerrando a las figuras en sus contornos, aislándolas del ambiente y dejándolas inmersas en sus pensamientos.